Objetivo Cumplido
He esperado pacientemente a que se fuera la luz. Con los prismáticos las he estado siguiendo hasta fijar su posición. He asegurado dos clavijas a la pared. Me he desnudado. Me he puesto el arnés de escalada. Con muchísimo cuidado he pasado de la ventana a la rama del árbol. ¡¡Casi pierdo el equilibrio!! Me he sentado a horcajadas sobre la rama (¡carajo!, qué fría está) y, cuidadosamente, centímetro a centímetro me he movido sobre ella hasta llegar al tronco. He descendido dos ramas (la cuerda se enreda en todos lados, por eso he tardado casi quince minutos). Estoy completamente helado. Por fin estoy sobre la vertical. Es el momento. Me coloco en cuclillas. Me bebo un frasco de evacuol y ¡¡por fin!! ¡¡lo he conseguido!! ¡¡Me he cagado en las palomas!!
…la venganza es un plato que se come frío.