3.1.06

De paseo.

Me he dado un paseo por Madrid, aprovechando estos días de vacaciones que de vez en cuando me tocan. He paseado, sin rumbo fijo, mirando a la gente. No tenía ganas de hacer nada, así que nada he hecho. Al poco, me ha entrado hambre. Demasiado lejos de casa y muy, muy pocas ganas de cocinar nada. He visto un VIPS y me he dicho que "va a ser que si". Entro. Muy poca gente. El camarero, servicial, supongo que por la hora. ¿Fumador? No. Me conduce a una mesa. A un lado, una pareja ya madura, al otro, una madre, ya mayor, con su hija, algo más que madurita. Mientras me quito el abrigo, la pareja ya madura, se apresura a recoger todo lo que pueda estar a su alcance y la hija le da el bolso a su madre para que lo ponga al otro lado de la mesa. Les he mirado. Primero a unos, luego a los otros. Me he mirado al espejo y he decidido que tengo cara de facineroso y debe ser que les he dado miedo. Al poco ha llegado más gente, pero ninguno de mis vecinos ha necesitado reordenar sus pertenencias. Reconozco que eso cabrea un poco. Bueno, peor para ellos, son ellos los que tienen miedo. Continuaré leyendo.