25.7.05

Me han puesto en forma (París, 24 de junio de 2005)

Viernes, 24 de junio de 2005

Llego a Barajas. Destino: París. Vengo preparado. He llegado a Barajas por la carretera de Alcobendas (que no tiene tráfico). Llevo un billete electrónico (que yo mismo he impreso en casa). Tengo tiempo de sobra. No hay cola en los mostradores de embarque de Air Europa. Paso rápidamente a la zona de embarque. Apenas un pequeño trámite de seguridad. El arco no pita. Puerta de embarque: CXX. No llevo equipaje. Voy a la puerta de embarque y decido quedarme por la zona. Paso al baño. Al salir descubro que me han cambiado la puerta de embarque. Ahora es la CXY. Tranquilo. Todo controlado. Me doy un paseito hasta el punto de venta de libros. Vuelvo. ¡¡Vaya!! ¡Puerta de embarque CXZ! ¡Calma!. Otro paseito. Vuelvo al monitor. ¡Leñe!. 40 minutos de demora. Otro paseíto, pero me estoy mosqueando. ¡Joder! Es mi tiempo. ¡Están gastando mi tiempo!

Otro par de paseítos. Anuncian el embarque. Miro el reloj. Parece que todo es una falsa alarma y que embarcaremos a la hora prevista inicialmente, pero….¡No!¡Una jardinera! Aparcada al sol y con el aire acondicionado bajo, muy bajo, o inexistente. Miro el reloj. Ya es la hora del billete. Vamos a retrasarnos. Arrancamos. El avión está aparcado al Sol. No paro de sudar. Encuentro mi asiento. Intento sentarme. No me caben las piernas. A mi lado, una señora, cuyas lorzas cubren los brazos del asiento y se desparraman hasta el suelo, se abanica con una revista. Consigo acomodarme. Apoyo cuidadosamente los dientes en las rodillas. El sudor me corre libremente por la espalda y por la frente. Despegamos. Llegaré a París con la convicción de hacerlo en forma. Unas cuantas carreritas de puerta en puerta y luego una horita de sauna.